Lujo a la americana

Localizada junto al lago Travis en Austin, este sorprendente chalet revela la habilidad del arquitecto Winn Wittman para transformar lo que era una vivienda sin criterio en esta residencia lujosa y sofisticada. Una construcción que además ha contado con el trabajo de Wes Lane, cuya huella se observa en el sistema de iluminación instalado en esta impresionante casa americana.

Como un gran buque varado en la orilla. Así fue como el arquitecto Winn Wittman definió este gran chalet levantada a mediados de los años ochenta a orillas del lago Travis en Austin (Texas): la mansión de un filántropo hombre de negocios enamorado de los coches deportivos y con una singular colección de arte y objetos de rock & roll adquiridos a lo largo de toda su vida. Cuando contactó con el estudio del Sr. Wittman, la renovación estaba en manos de otra empresa (que a su vez era la segunda que afrontaba el reto de la actualización de la vivienda). Y tan sólo se le consultaron algunos pequeños detalles de un proyecto que su dueño consideraba prácticamente concluido después de casi un año de trabajo.

Sin embargo, lejos de resolver estas pequeñas cuestiones puntuales, Wittman se encontró con serios problemas estructurales, estéticos, de distribución e incluso funcionales que además no parecían cumplir con las exigencias del cliente. Y es así como después de analizar las necesidades del propietario, se le recomendó un cambio tan drástico con respecto a lo ya existente, que el dueño se desanimó y dudó seriamente sobre la continuidad de la reforma: una vuelta de tuerca en la dirección correcta significaba más dinero y, sobre todo, empezar de nuevo una obra que ya había pasado por demasiadas manos. El propietario a punto estuvo de cerrar la casa y abandonar la idea, aunque finalmente aceptó. Por eso, la primera etapa, ya con Wittman al frente, no consistió en lo que puede ser habitual en un trabajo de estas características, es decir, realizar planos y presupuestos. Más bien se trató de restablecer la confianza del cliente: hacerle comprender que era necesario, en palabras del propio arquitecto, “retroceder para poder avanzar”.

Resolviendo problemas

La fachada principal, en la construcción original, estaba demasiado expuesta al sol con unos vanos abiertos sin apenas criterio, por lo que el interior recibía más luz de la que debía en momentos concretos del día. El inconveniente fue resuelto mediante la creación (y posterior colocación) de unos paneles lacados con polvo de aluminio hechos a medida y con el dibujo de la flor de lis. Estos retales artesanales han salvado, por tanto, la invasión lumínica, al mismo tiempo que se han conformado como el elemento más singular y característico de la residencia: una especie de toldos o contraventanas permanentes con función estética, pero muy necesarios de cara al aislamiento solar.

La cubierta de zinc, la paleta de colores escogidos y las mencionadas superficies de aluminio crean un ambiente monocromático uniforme y elegante que, junto a una ejecución brillante en los encuentros y ensamblajes de las piezas, conforman un edificio sorprendente. Dada la preocupación del arquitecto por la eficiencia y el ahorro energético, a todos los vidrios se les imprimió una fina película que aísla de los rayos solares. Además, la casa ha sido revestida por planchas basadas en la soja para una perfecta protección acústica y térmica, algo ausente en el proyecto original.

Las grandes superficies que en paralelo recorren el camino hacia la entrada (anteriormente cerradas sin más utilidad que la de trasteros o almacenes) se han convertido en unos impresionantes garajes con elaboradas puertas de cristal y cercos de aluminio: llamativos escaparates high-tech que muestran la preciada colección de vehículos del cliente. El suelo de cerámica con fibra de carbono y las paredes chapadas con aluminio brillante logran reflejar y proyectar los colores de los vehículos en un alarde de sofisticación hedonista. Todo este paseo se resalta con un sistema de LED´s encastrado en el suelo que permite cambios de color: un recurso empleado también en el resto de la vivienda.

Colección Ferraris en chalet
La iluminación se diseño para resaltar la colección de Ferraris del propietario

 

En este sentido, hay que llamar especialmente la atención sobre el sorprendente trabajo de iluminación realizado por el estudio de Wes Lane: luces en paredes, neones empotrados, lámparas de formas atrevidas como la Zeppelin Light de Marcel Wander o las Glo Drops del propio Lane. Un complejo entramado lumínico como el que vemos en el salón, donde las Glo Drops modifican su gama cromática, a la vez que las Zeppelin Light no sólo varían de intensidad sino incluso de posición respecto al techo.

 

Glo drops en chalet con vistas lago
Entramado lumínico del salón, con unas Glo Drops colgadas del techo.

 

Piscina abierta al lago

Pero la colección de deportivos o los juegos de luces no son los únicos elementos que llaman nuestra atención. Destaca igualmente el área de la piscina. Al presentarla en línea recta, la trayectoria visual que el arquitecto ha logrado mantiene una continuidad casi irreal, de ejecución maestra, con el lago. La piscina, inspirada en la del hotel Mondrian de Miami, ofrece dos vasos a ambos lados (uno de agua fría y otro de agua caliente), al mismo tiempo que todo parece formar parte del mismo paisaje acuático.

Piscina de lujo en un chalet
La piscina es todo un lujo, inspirada en la del hotel Mondrian de Miami.

La distribución interior -en tres niveles- busca la independencia entre las zonas privadas y las públicas, con una correcta escala y una comunicación interna divertida pero sensata. Los grandes volúmenes que atraviesan las diferentes plantas se comunican entre sí y crean áreas acogedoras y sobrecogedoras al mismo tiempo. El equipo de arquitectura también fue el encargado de llevar a cabo el interiorismo siempre siguiendo la vital personalidad de este empresario, cuyas instrucciones fueron muy claras: espacios sencillos y abiertos que lograran resaltar sus objetos y colecciones. De ahí que el blanco sea el color que abandera y rige la dirección estética de todo el chalet.

 

Entrada lujosa chalet
Detalle de la entrada, que gracias a la iluminación logra un ambiente único

 

Habitacion rock & roll
El propietario es un coleccionista de objetos de rock & roll, como la guitarra que podemos ver sobre la cama.

 

Escalera chalet americano
Escalera principal del chalet

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