Arquitectura avanzada, diseño extravagante y preocupaciones medioambientales son los parámetros a partir de los cuales se ha construido este chalet. Situado en la isla de Mallorca, su trazo futurista está respaldado por el equipo de tecArchitecture y por la mano neobarroca de Marcel Wanders. El resultado es único.
Si buceamos en el universo del verdadero lujo residencial, nos damos cuenta de que hoy por hoy para destacar realmente, ya no es suficiente escoger una buena parcela en el marco de una prestigiosa urbanización, y levantar un chalet de muchos metros cuadrados con excelentes materiales. La competencia en el mercado del más alto nivel busca ahora la diferenciación utilizando la sinergia que pueden generar la colaboración de varios artistas. En esta búsqueda de la excelencia, el binomio arquitectura e interiorismo puede ofrecer el resultado deseado, pero sólo cuando el arquitecto y el interiorista son profesionales de prestigio reconocido y talento único.
Más allá del estilo de chalet mediterráneo
Mallorca disfruta de un entorno privilegiado, con una clientela internacional que busca un elevado nivel de vida. Por este motivo la inmobiliaria Cosmopolitan Estates ofrece con sus villas-esculturas un atractivo más a la mágica isla. Michael Rimbeck, director general de Cosmopolitan Estates, comprobó que, a pesar de existir una magnífica oferta residencial dirigida a un público de alto poder adquisitivo, sólo se ofrecían casas de estilo mediterráneo tan común en la zona. Esto dejaba fuera a aquellos clientes con un perfil concreto y diferente: gente joven con un creciente interés por las nuevas tendencias de la arquitectura y el diseño y con cierta preocupación por la conservación del medio ambiente. Casa Son Vida es la primera de una serie de seis impresionantes villas que aportarán un elemento enriquecedor y diferenciador al escenario inmobiliario de Mallorca.
TecArchitecture versus Marcel Wanders
Para esta primera residencia, Cosmopolitan Estates solicitó al prestigioso estudio tecArchitecture la creación de un chalet a partir de una antigua construcción emplazada en un terreno de Son Vida. Este enclave es uno de los mejores de la isla y se encuentra situado en las colinas del mismo nombre con unas vistas privilegiadas a Palma.
TecArchitecture tiene sedes en Suiza y Los Ángeles y se han especializado en proyectos de tecnología ecológicamente sostenible, donde el punto de partida es la preocupación medioambiental. Lo que algunos han llamado arquitectura neofuturista sostenible y high tech. Sus propuestas han sido calificadas en diferentes medios como “iconos de la modernidad” y destacan por su clara anticipación a la arquitectura del futuro. Los tres co-fundadores del estudio, Sebastian Knorr, Heiko Ostmann y Moritz Knorr, mezclan en sus trabajos diseño californiano y aportaciones de marcado carácter europeo.
De ellos surgió la idea de invitar a Marcel Wanders a completar la personalidad de Casa Son Vida, algo que gustó y satisfizo las ansias de perfección de Michael Rimbeck. Marcel Wanders es garantía de calidad y prestigio en cualquier escenario cosmopolita y exclusivos
Un animal extraterrestre
Tanto para tecArchitecture como para Wanders, el principal reto que planteaba el proyecto era la integración de la antigua construcción con el nuevo volumen. La vieja vivienda, que presentaba ángulos de noventa grados y líneas rectas, debía acoplarse a una casa curva, de aire futurista y alma de nave espacial. Viendo ambas estéticas fundidas en un mismo edificio, no creeríamos que estamos en Mallorca, si no fuera por el maravilloso entorno de pinos, palmeras y exuberante vegetación.
El resultado es un todo conformado por dos cuerpos de naturaleza bien distinta: uno cúbico, el antiguo, y otro más orgánico, el nuevo. Los une la escalera de acceso a la zona exterior que puede recordar el exoesqueleto de un animal extraterrestre, imagen híbrida a medio camino entre un museo de historia natural y una galería de arte. Sus suaves líneas logran la imposible transición entre las dos construcciones.
La originalidad, pues, se convierte en el elemento diferenciador de Casa Son Vida. Algo que apreciamos al acercarnos y ver los llamativos murales exteriores. Uno de ellos refleja el enorme perfil de un osito que parece estar desnudándose y que volveremos a encontrarnos en el interior con las mismas formas en blanco y negro. Otro mural situado junto a la piscina representa un estanque de nenúfares con inmensos peces de colores; un estanque que se desborda por los laterales y que nos recuerda el sentido del humor de Marcel Wanders.
Interiores mestizos. Exteriores milimetrados
El interior habla un lenguaje mestizo que sabe combinar diferentes técnicas, algunas muy novedosas, casi experimentales, como la resina empleada en los paramentos curvos de este “loft espacial”. El protagonismo del blanco y de un negro sutil, se observa tanto en el mobiliario seleccionado por el olfato visionario de Wanders, como en paredes, techos y suelos. La plasticidad de los dos colores se combina con otros flashes cromáticos muy “Wanders” que imprimen audacia visual a la elegancia del blanco y negro.
La singularidad y una cierta extravagancia son de algún modo las grandes directrices de todo el proyecto, pero también implican un componente de riesgo en la comercialización del inmueble. No es un producto para todos los públicos y hace de la casa un objeto tan único como una obra de arte.
El exterior se ha cuidado sobremanera y no sólo a nivel estético. Se ha buscado satisfacer el confort de los más exigentes. La gran piscina con diferentes niveles y muy conectada con la construcción, conforma un espacio idílico que permite disfrutar de una transición ligera desde los bordes hasta el vaso más profundo. Se incorpora, asimismo, un área de poca profundidad para los niños y unas tumbonas dentro del agua. Y todo ensalzado por una vegetación espléndida que aporta al conjunto intimidad y privacidad.
Tecnología y medio ambiente
Pero lujo y originalidad no son incompatibles con unas serias preocupaciones de sostenibilidad. En este sentido, la labor de tecArchitecture ha sido impecable. La casa está dotada con avanzados sistemas de alta tecnología para utilizar los recursos naturales en su propio beneficio. La energía geotérmica permite climatizar la casa tanto para el frío como para el calor. Los acumuladores de agua de lluvia la reciclan para el riego. Se utiliza la luz solar con el fin de evitar el mal uso o la pérdida de energía, y se optimiza la exposición de los vanos al sur para captar mayor luz y calor.
Textos: Gonzalo López van Dam. Fotos cedidas por Marcel Wanders y tecArquitecture
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